Hace ocho años, mi mujer y yo viajamos a España por primera vez.
Cuando estábamos en Madrid vimos que todo el mundo bebía cervezas pequeñas, así que aprendimos que es una caña. Pero había otra bebida que era popular que al principio no la reconocimos. Era de color marrón y era gaseosa. Era tan popular que pensábamos que era una bebida típica de Madrid. Pero no, resulta que no. Por fin lo entendí. Aquella bebida que estaba en las mesas de tantos madrileños era la Coca-Cola.
Me reí mucho y me sentí un poco ridículo, porque nací y crecí en Atlanta, la ciudad conocida como el lugar de nacimiento de Coca-Cola. Fue inventada allí en 1886.
Cuando vivía en Atlanta, todo el mundo bebía Coca-Cola y todos estaban orgullosos de eso refresco. El edificio más famoso del centro de la ciudad era el edificio de Coca-Cola. Mi tío trabajó allí, y más tarde también lo hicieron dos de mis mejores amigos.
Hoy en día hay un museo de Coca-Cola en Atlanta. De verdad, en España los museos tienen los hermosos cuadros famosos de Dalí, Picasso y Miró, pero en mi ciudad natal existe un museo solo para ampliar la leyenda de una bebida que consiste en agua, gas y azúcar. Eso solo podría pasar en Estados Unidos.
Puede parecer una broma, pero les prometo que para los habitantes de Atlanta no lo es. Hay mucha gente de allí que nunca en sus vidas podría pedir una Pepsi. Yo entre ellos. Si pides una Coca-Cola y te traen una Pepsi, sin decir nada, como si fueran iguales, es un gran insulto para nosotros. Te lo juro, Coca-Cola y Pepsi no son lo mismo. ¡Es como si hubieras pedido una Tropical y te trajeran una Dorada!
Ahora que vivo en España, no suelo beberme una Coca-Cola muy a menudo, pero cuando lo hago, lo disfruto mucho. ¿Saben qué diferencia hay entre las Coca-Colas que se venden en España y las que se venden en Estados Unidos? Azúcar. Es verdad, en Estados Unidos las Coca-Colas no contienen azúcar, sino sirope de maíz. Se dicen que es más barato. Pero les aseguro que el sabor no es el mismo sin azúcar de verdad. Así que cuando vivía en Estados Unidos y quería tomar una Coca-Cola auténtica, tenía que comprar una que hubiera sido importada de México. Es cierto.
Como les dije, hoy en día no suelo beberme una Coca-Cola muy a menudo. Prefiero algo más saludable como una agua o una Tropical. Pero a veces, de vez en cuando, durante un día caluroso de verano, me doy cuenta de que estoy de acuerdo con aquellos madrileños. Una Coca-Cola bien fría, en una botella de cristal, con azúcar de verdad, no está mal.
Hace tiempo que no tomo gaseosas azucaradas, pero en su momento notaba que la coca que venía en la botellita de vidrio, o en las de 1l (las llegué a conocer), era mucho más rica que la envasada en botellas de pet descartable
Jaja, estoy de acuerdo, @eugen_blick, ¡muchas gracias por las correciónes y surgencias!
@elAmericanoTranquilo. Jaja "La chispa de la vida". Me ha traido viejos y muy buenos recuerdos.
@Coral hola de nuevo, y muchas gracias como siempre :)
No hay de qué @elAmericanoTranquilo :)