La semana pasada, me prestaron la película Ojos bien cerrados (Eyes Wide Shut). Es una película un poco extraña, pero también invita a la reflexión. No es nada fácil explicar ni plasmar esta película en un post: es muy atmosférica y envuelve a los espectadores en en un torbellino de oscuridad. La acción principal comienza cuando Alice (Nicole Kidman) le cuenta a su marido Bill (Tom Cruise) una fantasía sexual que ha tenido con otro hombre. De repente, Bill se siente desestabilizado y, por una noche, su vida se sale de control y le queda grande.

La historia tiene lugar durante la época navideña. Por eso, les digo a mis amigos y familiares: «¡Tienes que ver esta gran película de navidad!», para que piensen que van a ver elfos y renos...pero terminan viendo un inquietante thriller psicosexual.