Anoche estaba repasando uno de mis libros favoritos cuando - de repente - tuve ganas de practicar el estilo indirecto. Os dejo con los resultados aquí para que los corrijáis u os partáis de risa.
Conversación entre el protagonista y el "hombre sin rostro". El "sin rostro" quiere que el protagonista le haga su retrato - un encargo difícil de cumplir, ya que le falta el rostro. Solo se ve una niebla, un vacío donde debería estar la cara. El protagonista se pone nervioso.
- «Deberías darte prisa», me apremia, «no puedo quedarme mucho tiempo».
Presente:
El hombre sin rostro me dice que debo darme prisa. Que él no puede quedarse mucho tiempo.
(indicativo para subrayar que está hablando más de un hecho y no tanto de un querer)
El hombre sin rostro me dice que me dé prisa, porque él no puede quedarse mucho tiempo.
(subjuntivo para subrayar el deseo del hablante)
Pretérito perfecto compuesto:
El hombre sin rostro me ha dicho que me dé prisa, porque él no puede quedarse mucho tiempo.
Indefinido:
El hombre sin rostro me dijo que me diera prisa, porque él no podía quedarse mucho tiempo.
Futuro:
El hombre sin rostro me dirá que me dé prisa, porque él no podrá quedarse mucho tiempo.
Pretérito pluscuamperfecto:
El hombre sin rostro me había dicho que me diera prisa, porque él no podría quedarse mucho tiempo.
Futuro perfecto:
El hombre sin rostro me habrá dicho que me dé prisa, porque él no podrá quedarse mucho tiempo.
¡Bravo! Qué chistoso. El verbo español no es nada fácil.
Nosotros con las declinaciones, estamos a mano jaja De qué libro se trata?
¡Gracias!
Se trata del libro La muerte del comendador de Haruki Murakami. Puedes encontrar aquí algunas entradas mías sobre este libro. Por ejemplo "https://journaly.com/post/14992". Pero da me una favor y no corrijas aquellas entradas antiguas, ya que mi nivel ha avanzado un poco desde entonces. Son - ¿cómo se dice? - sombreros viejos.
Jja "Lo pasado, pisado"
Voy a ver si lo encuentro. Leí varias cosas de Murakami que me gustaron
Te lo recomiendo mucho el libro. Es una de mis favoritas novelas de Murakami. La narración se desarrolla lentamente y a veces tienes la sensación de que no pasa tanto. Pero la cuenta tiene una gran profundidad.