algo en mí

se rompe en silencio cada mañana.

empieza en el pecho,

lento, apretado, sin avisar.

extrañarte se volvió un hábito

que no sé dejar.

cada día sin ti

redefine lo mucho que duele.

No sabía que la ausencia

podía hacer tanto ruido.

los días pasan como malas noticias,

cada uno más vacío que el anterior.

cada uno un poco más “ya no estás.”

dejaste ecos

en rincones que ni sabía que tenía—

mi taza de café,

el brillo azul del móvil,

los espacios entre canciones

que antes me saltaba.

me repito que vas a volver,

como vuelve el verano.

pero hasta el verano parece llegar tarde este año.

y duele.

joder, cómo duele—

no como un corte,

sino lento,

como olvidar

cómo sonaba tu risa

en tiempo real.