No sé cómo es donde vives, pero aquí han aparecido en las tiendas de comestibles ciertos tipos de pastas secas que cambian según las modas. Al principio vendían pasta de trigo integral, y luego apareció la pasta alta en proteínas. Más recientemente, me he encontrado con pasta hecha con harina de garbanzos.

Acabo de comprobar que en un supermercado cercano se puede comprar una libra (no me hagas cambiarlo a kilos, por favor…aquí venden pasta en cajas medidas en onzas o libras) de pasta normal por menos de 2 dólares. Pero, si quisieras comprar la misma cantidad de fideos hechos de harina de garbanzos en la misma tienda, ¡¡¡deberías apoquinar casi 10 dólares!!! Ay.

Así que ¡la temporada de pastas caseras ha vuelto! Esta semana decidí experimentar mezclando diferentes harinas para hacer la masa. La harina de garbanzos es muy cara si la compras en una tienda normal de comestibles, pero si vas a una tienda india, encontrarás bolsas grandes de harina de garbanzos por poco dinero. De hecho, ya la he tenido porque preparo muchos platos indios.

El proceso de extender la pasta se dificulta un poco al usar harina de garbanzos porque la masa resultante es más frágil. Creo que es lo habitual si usas harina sin gluten. En mi caso, la mezclé con una harina normal que sí tiene gluten, lo cual me ayudó mucho. Al final, el coste de esta pasta fue insignificante, salvo por el tiempo que perdí. Pero a veces me gusta hacer pasta casera, y hasta puedo realizar otra tarea al mismo tiempo, como llamar a mi familia por teléfono.