Hace unas semanas, alguien me dijo: «No puedo creer que vayas en bici a la oficina hoy. Hace demasiado frío». Por supuesto aprecio que me vean como alguien resistente, pero preferiría que entendieran que no es para tanto. A continuación, desmiento algunos mitos sobre el ciclismo y el clima.

1. El frío dificulta desplazarse en bici

Esto no es verdad. Solo hay que ponerse ropa de abrigo. Ni siquiera necesitas ropa especial. Cuando hace frío, por ejemplo, cuando la temperatura cae bajo cero, me visto a capas. Por arriba, me gusta ponerme un chaleco de plumas, una chaqueta, y cualquier camisa que ya pensaba llevar. Por abajo, uso pantalones normales y, si hace mucho mucho frío, quizás lleve ropa interior térmica. No se requieren zapatos especiales: incluso las botas de cuero funcionan bien para abrigarse del frío. Recomendaría que te pongas calcetines de lana también.

Los guantes son esenciales porque el viento se nota mucho en las manos cuando se anda en bici. Pasa lo mismo con la cabeza, así que cúbrete las orejas con algo. Una bufanda es útil, pero no imprescindible. Descubrirás que, una vez que empieces a pedalear, te entrarás en calor. En resumen, no hace falta comprar ropa especial para ir en bici en invierno, y te aseguro que, si te vistes adecuadamente, la experiencia será cómoda.

2. El frío lo dificulta, pero la nieve lo hace imposible

¡No! Aunque tiene algún sentido pensar así. Para ser sincera, desplazarse en bici por la nieve sería fácil si las calles o los carriles bici recibieran el mantenimiento adecuado. En realidad, una capa de nieve no dificulta tanto circular, incluso si no tienes cubiertas especiales. El problema surge cuando las zonas de hielo ásperas y desiguales (formado por el paso de los automóviles, cuando dejan huellas que derriten la nieve y luego se congelan de nuevo), la limpieza de nieve en los carriles bici, y el hecho de que hay menos seguridad debido a que los carros podrían perder el control y atropellar a alguien, ya vaya en bici o a pie.

Si vives en un lugar con vías seguras para ciclistas, entonces unos centímetros de nieve no suponen ningún problema para ti (pero, en los EE. UU. donde vivo, esto es poco común, así que ir en bici por la nieve puede requerir un poco de arrojo). Personalmente, en invierno le pongo a la bici unas cubiertas un poco más anchas, lo que no era posible con mi anterior bici. Aun así, no hubo problema.

La verdad es que, en lugares del mundo muy fríos, si hay vías seguras para ciclistas y estas reciben un mantenimiento adecuado, la gente las usa durante todo el año. Países como Finlandia y Dinamarca son ejemplos proverbiales. Ni el frío ni la nieve impiden que jóvenes y mayores por igual utilicen sus bicicletas.

Eso sí, diré que cuando está lloviendo, andar en bici no es muy agradable, y en este caso sí hace falta una prenda particular: el pantalón impermeable. No me encanta ponérmelo pero, en serio, lo prefiero antes que usar paraguas, que un poco detesto. Siempre se rompen, o se los lleva el viento, y si te cruzas en la acera con alguien que también lleva uno, bueno... pues no todos caben los dos.