Si alguien hiciera ahora lo que mi papá hizo con todos sus hijos, la policía lo arrestaría. Esperaría en nuestro jardín delantero para verlo regresó a casa del trabajo. Él detenía su troca al fin del camino de entrada. Yo corría hacia su troca, saltaba por encima del parachoques y me sujetaba el portón trasero. Luego, mi papá manejaba lentamente hasta su estacionamiento. Fue muy divertido, especialmente porque a menudo había baches en la grava. Obviamente, yo era muy joven si solo era un poco más alta que el portón trasero.