Esta publicación es el segundo de los cincos resúmenes del tema. El primer resumen se encuentra aquí.

A pesar del tiempo difícil, la gente, o por lo menos unas de las personas que nos contaron sus historias durante esos días del apagón, dicen que había el momento en que sentían conexiones entre la gente – cadenas de ayuda. 

A causa del apagón, las distracciones que tenían en el tiempo normal, televisiones, celulares, y tal, no estaban disponibles. Así que la gente empezó a jugar el juego de mesa, compartiendo cervezas calientes, invitando a los vecinos a cenar antes de que se echa perder de la comida. Alguna persona describió esta situación era muy “caribeño.”

En los hogares en Venezuela, suele haber cocina electrónica, no de gas. Por lo tanto, no tener electricidad también significa no tener la manera de cocinar.

(Se puede decir: sin electricidad también significa sin manera de cocinar?)

Los restaurantes que tienen cocinas de gas les permitieron usarlas a las personas que querían cocinar.

Pero aún así, nadie sabía qué realmente pasó, qué era la causa del apagón, cuándo se volverá la electricidad. Todo se mantiene en la oscuridad. 

Al segundo día, las cosas empezaron a ponerse más complicadas. A la gente se le empezaron a derretir los alimentos que habían comprado que les llevó a buscar alimentos no perecederos. Así que, un día se volvió una misión para todos.

Necesitaban encontrar comida, buscando las tiendas que ofrecieran los alimentos con precios razonables. Pero, la acción tan simple como “comprar” se convirtió en algo muy complicado bajo esta circunstancia. Se pagan casi todas las cosas en tarjeta de crédito antes del apagón. Entonces, ahora sin electricidad, qué hacen?

En Venezuela había una gran inflación, es decir, no se podía pagar en efectivo. Las tiendas solo aceptaban efectivo en bolívares, o mejor aún, dólares – lo que para muchos era imposible. De hecho, la minoría de la población venezolana tiene acceso a esta moneda y es evidente que algunos comerciantes están inflando los precios. Para la mayoría de ellos, no hay manera razonable de pagar para nada.

El precio en Caracas casi se triplicó. Y esta era en Caracas, la capital del país. Fuera, las cosas eran más complicadas.

Así que, el apagón también se siguió mostrando, en Venezuela, esa inequidad tan grande que existe entre los que tienen y que no tienen.