Hoy en día en la cultura occidental, tatuarse es más aceptable que nunca. Siendo yo millenial, me es fácil recordar tiempos en que los tatuajes destacaban por ser algo poco visto. Solo determinadas clases de personas se tatuaban. Yo tengo un primo que es veterano de las fuerzas armadas y se tatuó; mi mejor amiga de la infancia también llegó a tatuarse gran parte de su cuerpo con imágenes relacionadas con la música "metal" y el movimiento "straightedge"; parece haber una costumbre de tatuarse entre los presos y pandilleros; y por supuesto los llamados moteros siempre han tenido fama de ir tatuados. En Occidente, tatuarse era un signo de que eras distinto, que preferías estar al margen de la sociedad convencional.

En cambio, actualmente es casi normal tatuarse. No hace falta ser un rebelde para tener un tatuaje, porque tatuarse se ha vuelto casi una norma. Muchas personas, desde famosos de la música pop y estrellas del deporte profesional como Lionel Messi, hasta políticos de alto rango como John Fetterman de Pennsylvania, tienen tatuajes. Cuando yo estuve de prácticas en mi posgrado, mi supervisora tenía varios tatuajes y me dijo que no me preocupara si yo también tenía (no tenía ninguno).

Eso sí, tengo sentimientos encontrados sobre los tatuajes. A veces pienso en la vejez y cómo se verán con el paso de los años. Se ven chéveres cuando uno es jóven, pero no tanto en un anciano. De lo que tampoco estoy segura es qué tipo de tatuaje me gustaría ponerme, puesto que son permanentes. No me siento inspirada a ponerme ningún tatuaje en particular de momento y me parece mal tatuarme sin las ganas suficientes.

¿Cuál es tu opinión sobre los tatuajes? ¿Valen la pena? ¿Tienes alguno?