La final parte de mis tareas sobre Diego Maradona:
De la misma forma, Maradona denunció desigualdad muchas veces, hasta en el Vaticano. Después de conocer al Papa Juan Pablo II, les contó a los periodistas que “Estuve en el Vaticano y vi todos estos techos dorados y después escuché al Papa decir que la Iglesia estaba preocupada por el bienestar de los niños pobres. Vende tu techo entonces, amigo, ¡haz algo”! Maradona tenía una voz poderosa y el pueblo argentino la escuchó y lo apreció por su carácter de líder en este sentido. No obstante, es obvio que no es la voz más delicada y a ciertas personas no les gustó la manera en la que habló del Papa. En ese escenario se puede ver como su personaje fuera de la cancha dividía la gente.
Por otra parte Maradona creía profundamente que Hispanoamérica y el sur global debían determinar su propio destino y habló con fuerza sobre esto también. Es una gran y honorable meta. Sin embargo, su forma de mostrarla era confusa. Molestaba a algunos cuando criticó la política de Argentina y de Italia mientras estaba muy cercano a Fidel Castro, Hugo Chávez y Nicolás Maduro. Tenía tatuajes de Fidel Castro y Che Guevara, es más declaró que Che Guevara era su héroe y se comparó con él. Mientras tanto describió así su odio a Estados Unidos: "Odio todo lo que viene de Estados Unidos. Lo odio con todas mis fuerzas". Una vez que haya elegido entre esos dos polos del comunismo y el capitalismo, estaba destinado a encontrar a muchos que no estaban de acuerdo con su política. Encima de eso, Castro, Bush, Chávez y los demás son personas polarizantes, entonces hay más división entre los seguidores de Maradona.
Maradona siempre apoyaba el lado con menos poder: en la política dentro de un país o entre países del mundo, entre la gente y sus gobernadores, entre negocios y sus clientes hasta entre sus compañeros. Por ejemplo, siempre estuvo en contra de Israel y en apoyo de Palestina e intentaba empezar un sindicato de jugadores.
En una mano era un líder natural debido a sus ideas y el coraje para defender sus convicciones, pero por otro lado tenía la tendencia a no poder dominarse en muchas facetas de la vida. Unas facetas eran obvias: tenía sobrepeso, luchó contra la adicción a la cocaína durante muchos años y mostraba un alarmante rasgo de mal genio lo cual a veces se volvía en violencia, incluso con mujeres, sus compañeros del equipo, hasta fanáticos. Disparó hacia un periodista fuera de su casa y pateó a un admirador. En muchas instancias hablaba mal de otros jugadores hasta Pelé y Messi.
Con mujeres tenía demasiadas relaciones sexuales aunque estaba casado con dos hijas. Dos de las muchas señoritas le demandaron por la manutención de sus hijos, pero nunca se la dio. De hecho ya era muy tarde cuando reconoció a sus hijos extramatrimoniales, todos los cuales ya llevan su apellido.
Cuando pienso en Maradona, veo a un hombre el cual podía haber sido un éxito extraordinario en la cancha y fuera de la cancha, pero llegaba al extremo una y otra vez en la política, la personal, el deporte, las drogas, la salud y el matrimonio, entre otros. Me parece que tenía un corazón grande y quizás no supiera cómo manejarlo. Mi pregunta antes de saber mucho sobre él fue ¿por qué? Ya entiendo que es posible que la gente viera o sintiera sus ideales y le diera el beneficio de la duda. El pueblo veía un talento enorme y a un hombre con buenas intenciones quien no podía lograr en hacerlas realidad. La mayoría puede empatizar con esto, quizás a menor escala, pero ¿quién de nosotros no ha fracasado en la realización de grandes planes aunque de forma más silenciosa y menos pública? En muchas formas Diego Maradona era el clásico héroe trágico: un dios en la cancha, un ser humano en la práctica.
Increible!
Muy bien, Valentina. Tu post tiene un aire periodístico muy interesante. Muchas correcciones son más bien estilísticas. En poco tiempo te veo escribiendo en "El País". : ) Eres demasiado modesta.¿ Español I ?
Aww, gracias a ustedes dos. Vale, Coral, después de pensar un poco, me cambíe de nivel. Gracias por toda la ayuda. Eres increíble. Mil gracias.
De nada, Valentina. : )