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La noticia más rara que he escuchado en los últimos meses es la de un hombre en Portland, OR, que se hacía pasar por un agente de la Administración para el Control de Drogas (conocida por sus siglas en inglés como la DEA: Drug Enforcement Agency). Es más, este señor había “reclutado” a una mujer a la que pretendía entrenar para hacerla agente. El hombre había adquirido el equipo que corresponde a un agente federal, incluido un rifle de asalto falso, chalecos, esposas, fundas, luces de auto patrulla, y carnets de identificación falsos.

Además de vestirse de agente federal, el hombre llevaba a su “recluta” en su “patrulla” en misiones de vigilancia por Portland con el fin de conocer a informantes clandestinos entre la población de personas sin techo de esa ciudad. Por la noche, los dos iban a sitios por la ciudad a practicar el tiro.

Fueron detenidos por un policía de Portland quien los vio aparcados al costado de una calle. Se fijó en sus chalecos, que decían “DEA POLICE”, y pensó que tal vez algo no encajaba. La mujer alegó que la habían engañado y al hombre lo arrestaron. Ahora se está enfrentando a una condena de tres años de prisión y una tarifa de $250,000 por fraude.

Yo literalmente no pude dejar de reír al leer el titular de esta noticia. Me parece la base de un guión maravilloso y algún día me encantaría escribirlo, pero no sé si terminaría siendo comedia o tragedia.