Durante el último año, el aprendizaje de idiomas y la jardinería se han convertido en dos de mis mayores aficiones. Ambas tienen algo en común, algo que me cuesta mucho a veces: son procesos lentos. Cultivar un jardín requiere tiempo, planificación, y la habilidad de adaptación. El aprendizaje de idiomas también es así. En un mundo que cada vez más valora la gratificación instantánea, los dos me enseñan lecciones de paciencia.
A veces, es difícil tener esta paciencia. Quiero ver frutos en la vid; quiero tener fluidez en español. Habrá frutos, pero primero las plantas tienen que florecer. Estoy aprendiendo a visualizar mis metas, confiar en que el proceso me llevará allí, y enfocarme en el trabajo del presente. Si nos comprometemos en el proceso, todo viene a su tiempo. Es difícil verlo en el momento pero después de unos meses miramos atrás y vemos como todo un jardín puede crecer de unas pequeñitas semillas.
¡Bien escrito! Todo viene en su tiempo .. vamos a ver .. ;-)
¡Buena comparación!
¡Muy bueno!
Es una comparación muy apropiada. Creo que tu español es increíble y tu progreso es muy notorio. :)