Querido Cristóbal:
No sé cuando vas a recibir esta carta. Es posible que me veas antes de puedas leerla, y sé que esté muy avergonzada si estoy contigo cuando la recibas. Por otro lado, es posible que no regrese nunca. Así que, sé que te debo algo.
Sabes que había practicado mucho para esta misión. Finalmente vamos a realizar nuestro pequeño proyecto, y con todas las investigaciones, planificaciones y ejercicios, me siento lista. Es la espera que me aburre. Me da tiempo para pensar en ti. En tu pelo negro, ojos avellanos, y gafas que nunca me gustaban. Pero más que nada, pienso en tu sentido de humor extraño, obsesión con el fútbol y tu lealdad a tus amigos que no la merecen.
Si no regreso, espero que no esté muy triste. Sería porque no fue suficiente rápida, lista o afortunada. En nuestro trabajo, sabemos que todos los tres son importantes.
No creo que pueda escribir más sin siendo demasiado melancólica. Si no regreso, por favor, no me buscas. Sería lo mejor.
Siempre,
Clara
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Gracias de antemano para las correcciones
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