Personajes:
Personaje | Rol / Ocupación | Breve descripción |
|---|---|---|
Lucía | Investigadora aficionada | Curiosa, valiente, disfruta resolver misterios pequeños y grandes |
Diego | Primo y compañero de juegos | Aventurero, protector, siempre dispuesto a seguir a Lucía |
Clara | Amiga de la familia y fotógrafa | Al principio parece tranquila y amistosa, pero guarda secretos y ambición peligrosa |
Inspector Marín | Guardia costero | Serio, meticuloso, atento a irregularidades en la playa |
Señor Torres | Anciano pescador | Conoce historias antiguas de la playa, le gusta bromear y hacer comentarios misteriosos sobre tesoros |
Contexto: Los padres de Lucía organizaron un juego de búsqueda del tesoro en la Playa Dorada para toda la familia. Lo que comenzó como un juego divertido pronto se convirtió en un misterio que nadie esperaba.
Historia (diálogo + narración)
El sol brillaba sobre la Playa Dorada, y las olas rompían suavemente contra la arena. Lucía y Diego caminaban siguiendo las pistas que sus padres habían preparado para el juego de tesoro.
Señor Torres (riendo mientras los veía acercarse): ¡Cuidado, niños! No todos los tesoros se encuentran sin esfuerzo… y algunos guardan secretos que ni los valientes esperan.
Lucía: Recuerda, Diego, nuestros padres prepararon este juego solo para divertirnos. No es real, no hay peligro… solo un juego familiar.
Diego: Lo sé, pero me gusta la emoción.
Encontraron un pequeño cofre entre las rocas. Antes de que pudieran abrirlo, Clara se acercó con una sonrisa extraña.
Clara: ¡Qué bonito! Pero… ¿y si hay algo más valioso que un simple cofre?
Lucía frunció el ceño, algo no estaba bien.
Lucía (pensando): Esa sonrisa… no parece inocente.
Cuando Diego se inclinó para tomar el medallón, Clara lo empujó bruscamente. Diego perdió el equilibrio y cayó al agua con un grito.
Diego: ¡Ayuda! ¡No puedo salir!Las olas lo arrastraban rápidamente. Lucía corrió a la orilla, desesperada.
Lucía: ¡Inspector Marín! ¡Diego está en el agua!
El Inspector Marín, que patrullaba cerca, se lanzó al agua sin dudarlo. Con esfuerzo y habilidad, logró sujetar a Diego y llevarlo a la orilla. Estaba empapado, pero vivo.
Diego (temblando): Gracias… pensé que no lo lograría…Lucía miró hacia donde Clara estaba, pero ella ya había desaparecido. Nadie la volvió a ver.
Señor Torres (suspirando mientras se acercaba): La playa siempre guarda secretos… algunos, demasiado peligrosos para los que no los saben manejar.
Lucía: Todo terminó… pero esto nos recuerda que incluso un juego familiar puede esconder intenciones oscuras.
Diego: Otro misterio en la playa, ¿verdad?
Lucía: Sí… y la próxima vez, tendremos que ser mucho más cuidadosos en quién confiamos.
El sol comenzaba a ponerse, reflejando dorado sobre las olas. La aventura que comenzó como un juego familiar terminó enseñando a Lucía y Diego una lección sobre la traición y la fragilidad de la confianza.
