Pensaba que escribiría con más frecuencia durante mis vacaciones, pero no lo hice. Acabo de regresar de Inglaterra después de pasar allí durante cinco semanas. Participé de un programa de la universidad en el que hacíamos excursiones tres días a la semana a museos o sitios históricos. Los otros días ~de la semana~ solo teníamos que hacer muy pocas tareas, y luego éramos libres para viajar y hacer lo que quisiéramos.
Aunque hubo varias veces en las que me quedé un poco pasmada al darme cuenta de cuánto dinero estaba gastando, me alegraba de tener la oportunidad de experimentar algo así. No me arrepiento de haberlo hecho, a pesar de que Londres es una ciudad carísima.
He aprendido muchísimo sobre mí misma durante este viaje, jaja. He aprendido que no me gustan los lugares muy turísticos, jaja. Preferiría ir a sitios más tranquilos. Cada vez que fuimos a sitios así, sentía tratada como ganado. Todo el mundo estaba apretujado en espacios estrechos, con los hombres tocándose entre sí. Me hizo pensar en una lata de sardinas. De todos esos lugares hacía lo posible por irme enseguida.
Las muy pocas tareas que teníamos que hacer no eran difíciles. De hecho, eran muy fáciles. Hubo algunos proyectos más grandes en la última semana, pero cada semana teníamos que escribir un diario de campo en el que escribíamos sobre los museos y sitios históricos, especialmente en cuanto a qué nos transmitía la forma en la que los artefactos estaban dispuestos. O sea, teníamos que analizar la exposición de los museos y pensar en lo que se está comunicado a la comunidad a través de la forma en que se exponen y se organizan las exposiciones. Fue algo que me parecía muy repetitivo, porque los museos no se diferencian mucho. Me extrañaba que tratáramos a los museos como instituciones educativas cuando en realidad son instituciones políticas. Cada uno tiene una narrativa que comunica a través de los artefactos, cómo se organizan, cuál es la poca información que se decide añadir, etc. Los museos tratan de encontrar el equilibrio entre apaciguar a los críticos de la comunidad y mundo académico y a los que financian los museos, jaja. Por eso, vemos muchas cosas añadidas a las exposiciones que parecen muy progresistas pero que no generan muchos cambios significativos.
Además, no creo que yo sea una de esas personas a las que les encantan los museos. La mayoría de los estudiantes de nuestro grupo estudiaban arqueología, lo que significa que sus intereses eran muy distintos a los de la historia. A nosotros nos interesan los puntos de cambio. Queremos saber por qué y cómo algo cambió, y cómo ese cambio afecta a la gente, la sociedad, las instituciones, etc. Por eso, uno de mis profes siempre hace la pregunta: ¿Y eso qué? ¿Por qué nos importa? Y siempre tiene una respuesta. Por esa razón, hay mucho disenso en la disciplina. Los historiadores discuten sobre las fuerzas que producen esos cambios, y hay varios grupos que piensan que ciertos motivos son más convincentes para explicarlos. Algunos creen que los argumentos basados en motivos económicos, políticos, culturales, etc., son más convincentes. Por otro lado, a los arqueólogos les interesan preguntas sobre los artefactos y la cultura material, como por ejemplo, cómo se usaban esos artefactos quién los usaba y a qué época pertenecen.
Por eso, a los arqueólogos les encantan los museos. Les gusta encontrar cosas en la tierra, mostrarlas al mundo y ver cosas así. Yo no tuve esa experiencia. Sentía como si necesitara leer un libro (o diez) sobre cada artefacto y cada evento para entender lo que veía. Mientras que los otros estudiantes se asombraban al ver "rocas especiales" y artefactos simplemente porque les parecían geniales. No podía evitar sentir que necesitaba algo más para emocionarme de esa manera. Me parecía un poco vacío y que faltó algo. Y ese "algo" era información y entendimiento.
Bueno. Tal vez eso demuestre que los museos no fueron creados para los historiadores.
Headline image by claudiotesta on Unsplash
A mí me gustaban los museos de pequeña. El día que íbamos de excursión a uno, no dábamos clase en todo el día. : D