En 2015 celebramos nuestra 50.ª reunión de secundaria. En lugar de celebrar nuestra 55.ª reunión en 2020, debido a la pandemia de COVID, respondimos a un correo electrónico grupal para contarles a todos lo que habíamos hecho desde la última reunión. Marilyn, Dave (mis antiguos compañeros de clase) y yo también nos escribimos fuera del correo grupal. He traducido al español algunos extractos de esos correos. A continuación está el primero de tres correos.
10 de julio 2020
¡Hola a todos!
No asistí a la 50º reunión. Debido a una dirección de correo electrónico incorrecta, nunca me notificaron sobre la reunión, así que este correo es una buena manera de comunicarme con la clase del ’65.
Me jubilé en 2009. Desde mi jubilación, obtuve una licencia de corredora de bienes raíces y empecé a enseñar inglés como segundo idioma, algo que me da mucho placer. También comencé a enseñarme a mi misma a dibujar y pintar retratos. Como me encanta aprender idiomas, también he estudiado italiano, español y criollo haitiano. Probablemente, en el fondo de mi mente, espero que estas actividades ayuden a evitar la demencia, algo que tuvieron mi madre y su madre.
Durante la secundaria, quería ser estudiante de intercambio, pero debido a las preocupaciones de mi madre, decidí no postularme, una decisión que siempre he lamentado. En julio de 2013 viajé a España con mi clase de la escuela de posgrado para estudiar español en la Universidad de Salamanca durante cinco semanas. Me sorprendió cuánto español aún recordaba gracias al método audiolingual que usamos en la secundaria. Me encantaría vivir en otro país. A mi esposo no le interesa, así que quizás tenga que hacerlo sola, si logro reunir el valor para viajar por mi cuenta.
Tengo una hija de 45 años que es terapeuta de radiación. Me preocupa que tenga que trabajar durante esta pandemia, especialmente porque no le dan el tipo de mascarillas que la protegen de contagiarse con el virus de los pacientes, sino mascarillas que protegen a los pacientes de contagiarse con gérmenes de ella. Rezo para que todo salga bien.
Mi esposo y yo llevamos 48 años casados. Estamos sobrellevando bien el encierro en casa. Este distanciamiento social no me ha afectado mucho, ya que he estado socialmente distanciada la mayor parte de mi vida. Creo que tolerar esta soledad es pan comido para una persona introvertida.
Mi padre tiene 95 años. Es como el conejito de Energizer. Aunque tiene EPOC, sigue adelante. Si no fuera por la cuarentena, estaría en el casino al menos dos veces por semana. Sí, todavía conduce y solo recientemente dejó de jugar a los bolos. Ahora vive solo. Mi madre falleció en 2018 a los 92 años. Ella era el pegamento que mantenía unida a nuestra familia. Mis tres hermanas y dos hermanos están bien. Solo mi hermano Mike y yo vivimos en Connecticut.
Disfruto mucho mantenerme al tanto de lo que ocurre en las vidas de mis compañeros de clase.
Cuídense mucho, todos.
Shirley
--continuará - correo de Marilyn