Mientras escribo esto, estoy sentada en un café. Por fin el sol se ha atrevido a mostrarse. Solo queda aquí un par de mujeres. Al principio, yo creía que estaban pasando una buena tarde juntas. Están hablando en otro idioma — no sé cuál — así que no las entiendo. Pero me pareció oír un sollozo de una de las mujeres. Por un momento alcé la mirada y vi que también estaba llorando. Me entristece verla, pero al menos está con una amiga o pariente en este momento.

Esta cafetería me encanta aunque vengo poco. Los trabajadores aquí siempre son generosos, te ofrecen muestras gratis del café aromático y de los abundantes postres pequeños que tienen. 

Compré un postre —un pedacito de algo dulce para picar, y un espresso—mientras escribo esto en un cuaderno. Lo trajeron a mi mesita sobre un platillo adornado con flores comestibles y pistacho molido. Aquí toman de verdad en cuenta la presentación de sus productos.

Puedo ver, a través de la vitrina de cristal, una gran variedad de otros dulces que se venden. Todos son bonitos, pero lo más atractivo (al menos visualmente) es la colección de dátiles preparados de distintas maneras. Algunos están rellenos con frutas deshidratadas, otros llevan una capa de chocolate y nueces. Lo más curioso son los dátiles con sus rebanadas encerradas con el oro en polvo. No sabía hasta ahora que oro en polvo se come. Me parece un poco ridículo, pero bueno...

Ayer fui al teatro a ver una obra. Mientras caminábamos desde la estación de metro hasta el teatro, mi amigo me contaba de ciertos problemas que lo tienen apesadumbrado actualmente y lo que tiene que hacer todos los días para poder levantarse de la cama. Pude empatizar con él. Me recordó lo que últimamente he sentido. No del todo un episodio de depresión, algo que por suerte no sufro, pero parecido a cualquiera que avanza por este camino. Por eso estoy aquí, en un pastelería al mediodía, intentando recuperar mi vida (y salud mental). Mi amigo de la obra de ayer sabe cómo salir de sus bajones, y me ha motivado hacer lo mismo. Ojalá que las cosas que eran fáciles vuelvan a serlo.