El show de talentos
Spanish

El show de talentos

by

fiction

Elaine llama a su mejor amiga, Shirley.

—Bueno, ¿cómo te fue el show de talentos?— Elaine le pregunta.

—No quiero hablar sobre ello — responde, disgustándose inmediatamente solo pensando en el tema.

—Si no me pones al día, alguien lo hará en la escuela el lunes—. Shirley suspira.

—Vale bien, te contaré lo que pasó. Preferiría que te pongas de mi parte…—Hay una pausa antes de que Shirley continua—. Bueno, ya sabes, desde hace, como, meses preparo mi número de girar el bastón para el show de talentos, ¿verdad? Pero hoy todavía era nerviosa, como…¿qué pasa si se me caigo el bastón? O ¿si olvido los movimientos? ¿O me lanzan verduras podridas porque a ellos les cayo muy mal? Me moriría de vergüenza si Bobby me vea así.

—Siempre estás poniéndote en lo peor, Shirley—Elaine regaña.

—¡No puedo evitarlo! De todos modos, ¿sabes como siempre recurro a la comida cuando me pongo nerviosa?

—No me digas que te ponías morada en el buffet de antemano…—dice Elaine, con la palma en la cara.

—¡Sí! Me había puesto como un flan de antemano, así que me puse morada de la pizza para calmarme —admite Shirley.

—Y ¿te ayudó?

—No—admite Shirley de nuevo—. Pero Bethany me distrajo cuando me dijo que parecía como una calabaza vestida para el funeral de un pavo real.

Elaine se pone los ojos en blanco.—¿Qué significa eso siquiera?—gruñe.

—No sé. Creo que ella solo se puso verde porque pasé todo el año poniéndome en forma y Bobby se iba a enamorar de mí cuando el me vea. ¡Cada vez que me pongo ese leotardo con lentejuelas me siento fuerte y bellísima!

—Pero también nerviosa—Elaine interrumpe.

Claro—responde Shirley.—Vale, mi actuación. ¡La clavé! Pero con todos los saltos y las vueltas…toda la pizza en la barriga…y además soy intolerante a la lactosa…

—Oh, no…—susurra Elaine.

—Me tiré el pedo más grande de la historia—. Elaine deja escapar un jadeo. Shirley se siente poniéndose colorada de vergüenza al recordarlo. Continua—Y entonces Bethany, esperando justo fuera del escenario, gritó—“¡Qué asco! Eso huele taaaannnnnn mal!” Y la multitud entera la oyó y se rió.

—Oh Shirley, lo siento mucho—dice Elaine—. ¿Qué hiciste?

—Al principio, me puse avergonzada, pero Bethany siendo tan mezquina me puso de mala leche.

—¡Tenías todas las razones!

—Salí corriendo del escenario, y con la barriga gruñendo y las lágrimas por los ojos, ideé un plan. Encontré la ponchera en el buffet, y durante la actuación del grupo de baile hip hop de Bethany, salí corriendo otra vez al escenario y eché el líquido rojo sobre Bethany. Tal vez los otros del grupo no lo merecían, pero Bethany se puso como una sopa y parecía como una rata que iba a un juego de fútbol en una taza de inodoro.

—¿Qué significa eso?

—Ellos van a ponerte al día con unas fotos el lunes.

2