Me di cuenta de que hace falta traducir de mi idioma nativo porque es menos parecido al español. Traduciendo de inglés es difícil no acabar produciendo calcos, y a estas alturas no me va a ser útil traducir palabra por palabra. Lo que me parece más precioso en cada idioma es lo que no se puede traducir literalmente. Eso es lo que quiero practicar. (Y si no me vale con inglés, traducir de otro idioma latino casi no tiene sentido en absoluto.)
Pero si leo algo en mi idioma nativo, se convierte en datos brutos en el cerebro y luego de datos brutos al español. Haber aprendido español desde ingles hace aún más fácil usar datos brutos, o sea no tengo conexiones fuertes entre mi idioma nativo y el español.
Quiero tener la traducción española (oficial) también, me resulta muy divertido compararla con mi traducción y aprender la manera más natural y elegante de decir esto y aquello. Pero primero voy a revisar mis traducciones yo misma, a ver si mirándolas con los ojos de nuevo día puedo notar algo que no suena muy bien o no está claro. Y cuando no pueda aportar nada más, lo publico.
Qué tipo de libros necesito?
Por más que me gusta Márquez, lo que voy a usar son libros mucho menos fascinantes, por ejemplo los libros de autoayuda. Quiero practicar vocabulario de la vida normal, expresar ideas que no son ni demasiado complicadas ni muy poéticas.
Sería una gozada contar con un libro escrito en español en primer lugar, para que el español viniera de un autor y no de un traductor desconocido, pero no pasa nada la verdad. Los autores de los libros de autoayuda no tienen por qué tener el mejor dominio del idioma que los traductores. Y cuando me aburra con los libros de autoayuda y quiera trabajar con los libros de gran calidad, esos sí que serán libros escritos en español y traducidos a mi idioma nativo.
Mañana os cuento qué libro he elegido para empezar.