Ah, el esperanto, o como algunos podrían llamarlo con un toque de ironía, el "esperando". Sí, ese grandioso proyecto lingüístico que ha estado pacientemente aguardando a que el mundo entero decida, de una vez por todas, abandonar sus lenguas maternas para abrazar este idioma universal. ¡Qué noble y utópico sueño!
El esperanto fue creado con las mejores intenciones, claro está. Un idioma simple, con una gramática tan lógica que incluso un niño podría aprenderla en un abrir y cerrar de ojos. Olvídate del complicado subjuntivo español o los irregulares verbos franceses. Con el esperanto, todo es maravillosamente predecible. Qué pena que el resto del mundo no esté al tanto.
Imagínate un mundo donde en lugar de aprender árabe, chino, o incluso español, todos decidieran dedicar su tiempo a estudiar esperanto. Un idioma sin irregularidades, sin excepciones, sin la necesidad de aprender decenas de tiempos verbales. ¡Qué refrescante! Y sin duda, ese es un mundo que el esperanto ha estado "esperando" encontrar durante más de un siglo.
Sin embargo, la realidad es un tanto más cruel. El esperanto sigue siendo el idioma de la buena voluntad, el idioma que podrías aprender por curiosidad. Mientras tanto, el inglés sigue siendo el rey indiscutible de los idiomas, con el mandarín, el español y el árabe siguiéndole de cerca. Millones de personas estudian estos idiomas con fervor, preparándose para un mundo donde la interconexión global es cada vez más común. Y el esperanto... bueno, sigue esperando.
Así que, aquí estamos, en 2024, un mundo que no ha adoptado el esperanto como lengua franca, a pesar de los esfuerzos dedicados de sus entusiastas. El esperanto sigue siendo el idioma que espera, con la esperanza eterna de que un día, quizás, el resto del mundo se despierte y diga: "¡Ah sí, esperanto! ¡Cómo no lo vimos antes!" Hasta entonces, seguiremos hablando en nuestras complicadas, irregulares y a veces incoherentes lenguas nativas, mientras el esperanto, noble y sencillo, continúa esperando pacientemente su gloria.
Ya regresas! Con tu permiso quisiera publicar una traducción de esta entrada. La única dificultad será adaptar el juego de palabras entre Esperanto y “esperando”.
Esta publicación sólo lo hice para aliviar el estrés que me está ocasionando el 普通话 . @JGComm, puedes tomarlo si gustas. No hace falta pedir permiso ni mencionarme.