Ayer fue mi cumpleaños y aunque no estaba emocionada simplemente por el miedo de envejecerme, fue bien.  Pasé la mañana leyendo unos artículos sentada en el sofá junto a mi novio, ya que estamos en la misma clase. Ayer tuvimos una clase de discusión, así que teníamos que estar preparada para emparejarnos, discutir los artículos y contestar unas preguntas de forma escrita. Podría quedarme durante horas de los artículos, pero estoy sacando buenas notas aunque los objetivos de aprendizaje no son muy altos. 

Después de la clase, fuimos a cenar en un restaurante de sushi. Cuando estábamos en el carro, mi novio recibió una llamada de sus amigos con quienes juega al fútbol. Me desearon un feliz cumpleaños y nos preguntaron qué hacíamos. Les dijimos que íbamos a cenar y nos dijeron: Ah, ¡perfecto! ¡Nos apuntamos a comer sushi! Jaja. Usualmente no celebro mucho mi cumpleaños. O sea, normalmente mi novio y yo salimos a comer para que pueda evitar a mi familia y ya. Los amigos de mi novio son muy agradables y estaba feliz de que quisieran celebrarlo conmigo. Son personas muy positivas y chistosas. 

Nos quedamos en el restaurante durante al menos dos horas charlando y riéndonos. Luego, fuimos a una tienda de segunda mano para que su amigo pudiera comprar algo por alguna razón desconocida, jaja. Compró una pequeña estatua de pájaro. Tal vez fuera un regalo, jaja. 

Mientras estaba en la tienda, mi hermano me llamó para decirme que estaba en mi casa para desearme un feliz cumpleaños, pero no pude llegar al tiempo para verlo. Estaba triste porque mi sobrina estaba allí también y les pedí perdón. Me sentí culpable aunque me divertía. Me dejaron una carta con una tarjeta de regalo para libros y le mandé un mensaje (a mi hermano) para darles gracias a los dos. Me dijo que iban a visitar de nuevo mañana y espero verlos a él y mi sobrina. 

Ojalá tenga tiempo para conversar con ellos, porque todavía estoy escribiendo mi ensayo de investigación. Ya he escrito cinco de las diez páginas.