Como has leído en el título de ese texto, me mudé a España recientemente. Ya llevo quince meses aprendiendo español y por eso no me esperaba que hablar con gente española fuera un desafío para mi. La cosa es que yo no vi la gran diferencia entre hablar con un tutor profesional cuyo trabajo es hacerte sentir cómodo y hablar con una persona española cuyo objetivo es comunicarse sin mucho esfuerzo. Mis tutores de español jamás me hicieron sentir juzgada y la atmósfera de las clases siempre era relajada. Por el contrario, los españoles hablan a una velocidad muy muy alta, usan muchas expresiones coloquiales y cambian al ingles cada vez que yo tardaba un poco en responder. Sin embargo, también tuve conversaciones muy agradables la semana pasada. Conocí a una chica en una papelería cuando compré unos lápizes de cera. Las compré porque quería pintar mis velas en colores brillantes para hacer nuestra casa un poquito más acogedora. Ella empezó una conversación conmigo cuando la respondí que no necesitaba una bolsita porque vivía muy cerca. Me respondió que ella también vivía muy cerca y resultó que somos casi vecinas. Me ofreció ayuda con cualquier cosa en el caso de que yo quisiera hacer unas copias o necesitara imprimir algo. En todos los países en los que viví nunca he tenido mucho contacto con vecinos así que me sentí muy agradecida cuando me lo dijo eso.