Me encantan las películas porque crecí con ellas. Cuando era niño mi padre era un soldado en el ejército de EEUU. Mi familia vivía en varias bases militares en EEUU y en Europa. Cuando vivía en Europa o más específicamente, Alemania y Francia nosotros no teníamos una televisión porque no hay programas en inglés. Pero, las bases militares siempre tenían un cine. Estos cines eran geniales. En primer lugar, los precios por las entradas eran muy baratas, especialmente para niños - unos veinticinco céntimos. En segundo lugar, cambiaron las películas varias veces por semana, así que mi familia tenía la oportunidad de ver muchas películas. Era aún mejor cuando vivía en Alemania. Mi padre tenía un segundo empleo como gerente del cine en la base allí. Eso era genial porque nuestra familia podía ir al cine gratis. Fui varias veces por semana y yo fui cada sábado para ver la matinée para niños. Siempre recuerdo esos tiempos y lo mucho que disfruté las películas.
¡Qué chulo! Muy bien Robalyn. Seguro que con esa infancia que tuviste tienes muchas anécdotas que contar. : )
¡Muchísimas gracias por sus correcciones y comentarios Coral! Por supuesto era una infancia diferente con aspectos positivos y negativos. Un aspecto positivo es que sin televisor leí más. Un aspecto negativo es que nos mudamos cada tres o cuatro años y es difícil mantener amistades así.
Mejor dicho, leía mas.
Sí," leía" suena mejor porque era algo que hacias a lo largo de mucho tiempo, como un hábito.
Yo pasaba los veranos enteros sin televisión y al principio la echaba de menos, pero luego me acostumbraba y hacía muchas más cosas al aire libre. Mis padres quería que hiciera todo lo que durante el resto del año no podía hacer en la gran ciudad. Entonces no lo entendía, pero ahora se lo agradezco.