En enero, mi mujer y yo vamos a pasar dos semanas en Valencia para escapar del invierno en Francia. Para aprovechar al máximo el viaje en términos lingüísticos, estoy pensando en cómo crear buenas oportunidades para practicar español. Una ya está determinada, porque veremos un amigo que no habla ni inglés ni francés. Pero sé que estar en el país no garantiza una práctica interesante del idioma. De hecho, a pesar de que pedir la comida en restaurantes y charlar un minuto con los cajeros de supermercado sean cosas útiles, sencillas y divertidas, este tipo de conversación es muy limitada.
Tengo dos ideas para intentar conectarme un poco mejor con la gente. La primera tiene que ver con el hecho de que alquilamos un piso y nos gusta cocinar. Empezé a leer blogs de cocina españoles, para elegir unas recetas interesantes. Mi plan consiste en ir de compras al mercado y pedir consejos sobre los ingredientes.
La segunda idea es buscar unas "experiencias de Airbnb" relacionadas con la ciudad, su historia, clases de cocina etcétera, con personas que las ofrecen en español.
Lo más difícil quizás será que acepten que mi mujer no habla español y que a ella no le importaría seguir escuchando y adivinando (¡De verdad! Ella tuvo que insistir durante unas semanas para convencerme de esto).
No sé si mi plan funcionará, pero voy a intentarlo y lo adaptaré sobre la marcha.