Como ha llegado el verano, creía que escribiría de cómo pasaba los veranos cuando era niña.
Cuando crecía, pasábamos casi todos los veranos en la granja de mis abuelos. Lo que llamábamos “la granja” ...no es muy original, pero muy preciso. A veces iba toda mi familia y a veces solo íbamos mi hermano y yo. A veces pasábamos el verano entero en la granja y otras veces solo un mes. Independientemente de quién fuera o de cuánto tiempo nos quedáramos, siempre lo pasábamos bien.
Tengo muchos recuerdos de la granja. Jugar en las paredes de rocas (eran rocas muy grandes de los campos que se usaban para separar los pastos). Jugar en el pajar donde saltábamos del nivel superior al nivel inferior y en el heno suelto. También columpiábamos de una cuerda y soltábamos para caer en el heno. En esta parte del granero no había animales, solo se usaba para almacenar el heno. También el tractor se almacenaba aquí. Otra cosa en la que jugábamos.
Hay tantas historias y recuerdos que no puedo contarte todas. Como la vez que estaba atrapada en una isla de rocas en el medio de un pasto porque las vacas habían venido mientras jugaba y me daban tanto miedo que no podía cruzar el campo. Me metí en lios porque llegué tarde para comer. Ya ves que era solo una chica de ciudad en el campo.