Estudiantes extranjeros: ¿Vivir con una familia o en los dormitorios universitarios?
Spanish

Estudiantes extranjeros: ¿Vivir con una familia o en los dormitorios universitarios?

by

travel
relationships
intercultural communication
family
international relations

Yo pasé mi último semestre de la universidad en España como estudiante extranjera. Estudié en el Centro de Lenguas Modernas en la ciudad de Granada, y viví con una familia que solamente hablaba español. En esta entrada, voy a contarles de lo bueno y lo malo de vivir con ellos.

Mi universidad no ofreció la opción de vivir en los dormitorios universitarios ni de alquilar nuestros propios apartamentos. Nos obligó vivir con una familia española que no hablaba inglés. Su meta fue sumergirnos totalmente en la lengua. Aunque estoy de acuerdo que se debe rodearse con la lengua para lograr fluidez, opino que sería mejor vivir en los dormitorios universitarios con otros estudiantes de la misma edad.

Opino esto porque la cabeza de la familia con que viví era una mujer con 81 años, y ella era prejuiciosa con los extranjeros. Ella solo albergaba a estudiantes por el ingreso y creía que ningunos podían hablar español. Sé esto porque ella hablaba abiertamente sobre mí y los estudiantes que había tenido antes. Cada vez que intenté tener una conversación con ella, parecía como yo le estaba molestando. Pienso esto porque ella solo me daba respuestas breves y nunca me hacía preguntas.

Afortunadamente, había otras personas en su familia. Yo conocí a 6 de sus hijos y a 5 de sus nietos. Su hijo José María vivía en el apartamento también para cuidar a su mamá, y sus hijos David y Diego visitaban con frecuencia. Diego tenía dos hijos de las edades 10 y 7, y ellos vivían con nosotros cada otra semana porque sus padres eran divorciados. Todos ellos eran muy amables a mí, y estaba muy agradecida por su presencia frecuente.

Mi mejor memoria con mi familia fue el cumpleaños del hijo mayor de Diego. Ya sabía que a él le gustaba mucho la película Cómo entrenar a tu dragón, y a mí me gustaba esa película mucho también. Pues, nosotros decidimos tener una fiesta temática de Cómo entrenar a tu dragón. Yo compré dos cascos vikingos - uno para el niño cumpleañero y el otro para su hermano menor - y los llené con huevos chocolates de Kinder. Yo siempre recordaré el momento que les dí sus cascos. ¡Al niño cumpleañero le encantó muchísimo el casco! Inmediatamente se lo pusó y me dió un discurso de lo que significaba ser un vikingo valiente. Su hermano menor estaba más emocionado por el chocolate, ¡jaja! Después de darles sus regalos, tuvimos un maratón y vimos la primera película, la especial navideña, y la segunda película. El niño cumpleañero llevó su casco durante ese tiempo entero.

Unas semanas en el semestre, aprendí que podimos pedir cambiar de familia si no nos estábamos llevando bien, pero últimamente decidí quedar donde estaba por dos razones: disfrutaba de pasar tiempo con los niños que vivían con nosotros cada otra semana, y su apartamento estaba en el corazón de la ciudad. Inmediatamente después de salir de nuestro edificio, estaba rodeada por tiendas, restaurantes, cafés - ¡de todo!

A pesar de todo lo bueno, opino que sería mejor vivir con otros estudiantes universitarios en vez de vivir con una familia. Aunque tengo memorias buenas con ellos, la verdad es que no tuve mucha oportunidad pasar tiempo ni hablar con ellos, y me sentía como una molestia por encima de todo. Me pregunto cómo mi tiempo en España habría diferido si pudiera vivir con otras personas de mi misma edad y con los mismos intereses. Creo que mi español habría crecido y mejorado aún más.

3