Me acuesto en mi cama ahorita. Necesito ahuecar mi almohada lo suficiente. Luego viene la ceremonia de empezar a apagar el motor que ha estado encendido por tanto tiempo, o sea el cerebro. No es fácil, ¿o sí? No voy a intentar persuadirlos de que es fácil, eso es demasiado difícil y atrevido. No, lo que quiero explorar en sus mentes es la conexión de lo más simple y esencial de nuestras vidas, sueño.

Aquí están las tres áreas que quiero explorar en el siguiente párrafo.

1. Tv

2. Trabajo

3. Comodidad

Con el televisor (y sí quiero decir televisor) mucho ha cambiado. Obviamente nos gustan ésos, pero cuánto agotamiento para el ojo? Cuánto contenido malo para la mente aguantar? Es posible que el televisor no ha dañado el sueño. Yo me temo que sí.

Cada año nuestros trabajos se hacen más y más fáciles físicamente. Es buena cosa, seguro que estás de acuerdo. Piensa en los beneficios para nuestra esperanza de vida. Yo propongo que sí, pero deja un hueco para llenar. Con el cambio de trabajos físicos a más mentales lo que necesitamos es estimulación esquelética, no cerebral. Con la sobredosis de estimulación mental lo que nos sobra es desvelo.

Oh, espera un momentico. ¿Hay más a la ecuación? Por supuesto que sí. Hay comodidad para añadirle. Con camas más y más cómodas y almohadas más y más esponjosas no es obvio que el sueño en cama ajena es en balde, inútil y en vano.

No nos va a sorprender que estoy en una cama ajena escribiendo esta anotación. Todos en la casa probablemente están durmiéndose. Con yo más mimado cada día, un trabajo muy mental, y un televisor pequeño portátil al que a muchos le llaman un cellular en las manos, no sorprende que no puedo dormirme. No tengo insomnio, solo nado contracorriente en el río de sueño que si tengo razón está ensuciado y en necesidad de una limpieza a fondo.

Ojalá buenas noches a todos :)

amalgamaDeDios

Dormir como en los ‘40