¡Hola lectores míos!

Volví para escribir un texto sobre un edificio histórico rumano. Espero que os guste esta historia nueva. ¡Empecemos!

El tema de hoy es sobre un edificio que se halla en el norte del país. El sitio del edificio está en un pueblo pequeño llamado Miclăușeni, que se encuentra en la provincia rumana de Iași, a 65 km de distancia de la ciudad de Iași. El nombre oficial de este edificio es “El Palacio Sturdza” y es un monumento histórico muy importante en Rumanía.

Procedamos a ver su historia. Los fundadores del castillo fueron Gheorghe Sturdza y su esposa, Maria Sturdza, dos miembros de una familia rumana muy antigua y conocida. En el lugar donde hoy está el castillo, había una mansión muy vieja de la familia Sturdza. Allí, los dos mandaron construir un castillo al estilo neogótico tardío que recuerda al famoso Palacio de la Cultura de Iași. Su construcción se realizó entre los años 1880 y 1904 y costó cerca de 100.000 lei (la moneda rumana de aquel tiempo).

Aunque fue construido en plena época moderna, el edificio tiene todas las características de una residencia medieval: torres, terrazas, escudos, esculturas y dragones que adornan sus fachadas. Por lo tanto, el castillo es muy conocido por su estilo arquitectónico que predominaba en la Rumanía del siglo XIX.

El castillo también impresona por sus interiores dónde destacan pinturas con motivos florales y geométricos y textos en latín. Un ejemplo de tal texto es “Ultroque clarescere pluchrum” que quiere decir “La belleza brilla en todas partes”.

Además de sus hermosas fachadas, el interior del palacio albergaba muchos objetos de gran valor, como una colección de libros rarísimos de Gheorghe Sturdza, una colección de joyas, trajes medievales, cuadros y estatuas de mármol. Es una lástima que la mayoría de estas cosas fueron robadas por soldados soviéticos en la Segunda Guerra Mundial.

La propiedad del palacio pasó a Maria Sturdza después de la muerte de su marido en 1909 y luego, a su hija Ecaterina Sturdza que lo poseyó hasta su propia muerte en 1970, después de que el estado rumano entró en posesión del edificio. Desafortunadamente, durante de las últimas tres décadas del siglo XX, el edificio se convirtió prácticamente en una ruina, en general a causa del maltrato del gobierno comunista en Rumanía.

El renacer del palacio vino en el año 2001 cuando fue devuelto al Obispado de Moldavia y Bucovina que más tarde, en 2004, logró obtener financiamiento, en valor de €685.700, para restaurarlo. Sin embargo, la restauración del palacio sigue en curso actualmente y el objetivo final es su transformación en un museo.

Esto ha sido todo por hoy. Espero que os haya gustado y muchas gracias por leer mi texto ¡Hasta la próxima!