Antes de la pandemia yo compraba muchas cosas. Demasiadas.
Era una manera de rellenar el vacío causado por no comer mucho. Me gustaba ir al shopping y comprar, comprar y comprar. Creo que hacía una especie de ''binge shopping''. La idea de poder adquirir y tener en mis manos muchas cosas me re copaba. Pero no podía parar y después mis padres se dieron cuenta del problema pero no hacían mucho, sólo me retaban y no querían que fuera al shopping con mis amig@s.
Pero esto por suerte se acabó con la llegada del COVID-19.
Cuando nos dijeron de no salir más paré de ir de compras: primero porque casi todas las tiendas cerraron, segundo porque mis viejos no querían que yo me expusiera al riesgo del virus.
Y pensareis, ''entonces empezaste a conseguir cosas en la red'', pero no, no fue así.
La verdad es que no me gusta comprar en línea porque no puedo tocar las cosas, manejarlas, sentirlas en mis manos...por supuesto hay muchas cosas lindas en páginas como Amazon, Shein etc pero sólo pongo los ''elementos'' en mi lista de deseos y listo.
Claro que aún tengo ganas de comprarme algo porque veo a todo el mundo haciendo un montón de compras pero una cosa es cierta: ahora soy mucho más selectiva y puedo distinguir entre lo que realmente necesito y lo que me gustaría tener pero que no es vital. Y hay más: ver la cuenta salir con cada cosa que agrego a la cesta de compra me hace notar más cuanto estoy gastando.
(ps: he utilizado algunas palabras de Argentina, por si no saben)
Muy bien. Me alegro de que te haya dado algo bueno el Covid jaja
@Ben_W jajaj gracias