Cada día, nos levantamos a las 6, tomamos un café y después, mi marido Song sale al jardín y yo empiezo a limpiar la casa.

Siempre comienzo la limpieza desde el zaguán con mayólica y la sala que se encuentra a la derecha del pasillo, después de entrar por la puerta doble de vidrio y roble. Entre la sala y el comedor hay otra gran puerta de roble bastante pesada que aísla esa parte del ala detrás donde está el comedor, un baño, 3 dormitorios y una oficina (la habitación que antes usábamos para trabajar). Las puertas pesadas siempre atraen mucho polvo, también la mesa del comedor y las encimeras de la cocina. Apenas sopla una brisa se ve polvo en el mármol alrededor de las chimeneas. La estufa, la campana extractora y el horno son más tardadas de limpiar.

Salgo de la cocina, doy una vuelva al codo donde se encuentra un pasillo que comunica con los 3 dormitorios y el cuarto de baño. Cuando paso la aspiradora en los dormitorios, Song ya está en la cocina preparando la comida. Siempre comemos a la una y después de lavar las vajillas juntos, ya casi terminamos todas las tareas del día.

Para el resto del día, nos sentamos en la oficina donde tenemos instalados todos los dispositivos para leer y ver las series. Apenas 30 minutos Song empieza a roncar dormido con una voz rota como haya algo bloqueado la garganta. Si lo despierto se queja de que igualmente yo sueño por toda la noche como un cerdito.

(continuará)