...Una historia inspirada por el cuento corto de Julio Cortázar "Casa Tomada"...
Unos 20 años en el futuro.
Entramos en los setenta años en la casa antigua. Llevamos viviendo en la misma casa por 50 años. Nos mudamos aquí cuando nació mi hijo, quien ya tiene su propia familia y ya no vive con nosotros.
Sí, somos los dueños de la casa antigua, aunque creo que la casa tiene su propia alma, y que actualmente es nuestro dueño espiritual. Nuestro simple y silencioso matrimonio es necesario para mantener la línea de familias que cuidan esta casa. Después de nosotros me gusta imaginarme que mi hijo y su familia vivirán aquí, aunque ellos ya no nos visitan por los protocolos ante el corona virus.
Llevó 20 años trabajando en casa desde la pandemia del Covid-19 en 2020. Ya no necesitamos ganarnos la vida, llegando el dinero de nuestras pensiones y las verduras del huerto de detrás de la casa, que es suficiente para sostener a dos personas.
La verdad es que en el jardín no hay que sembrar las semillas o regar las plantas. La naturaleza, los pájaros y la lluvia cuidan de todo. Esta casa antigua fue construida en 1925 en las fueras más aisladas al norte de Sidney. Como en 1901 las 6 colonias británicas de Australia se convirtieron en una sola nación, antes de la llegada de electricidad y una escuela en esta zona en 1925, el lugar donde se encuentra la casa, fue un huerto con tierra virgen y fértil.
En el jardín cada día mi marido solamente tiene que ocuparse de cortar el césped, podar las ramas de los árboles que crecen rápido, y después de cosechar, cortar las plantas de los melones, frijoles y las calabazas que siembran los pájaros.
(continuará)
Supongo que no soy la única que sueña con una vida campestre y tranquila.