No entiendo porque la vida tiene que ser tan complicada. Estoy harto de tanta ambigüedad y la inhabilidad de determinar el camino hacía delante. Yo me considero una persona altamente motivada. Quiero estar siempre aprendiendo nuevas cosas y haciendo algo que realmente valga la pena. Al menos yo he determinado eso.

Pero por desgracia, las cosas no son así de simples. Uno siempre tiene que preguntarse qué es lo más importante de todo y si sus acciones están alineadas con sus valores. Lo que me parece importante cambia muchísimo día tras día, y entre mi trabajo de mierda y los estupideces de la vida cotidiana, no queda mucho tiempo libre para considerar lo que quiero hacer con mi tiempo libre, jajaja. Tengo muchos proyectos pendientes pero me faltan la habilidades para llevarlos a cabo. Conforme voy mejorando dichos habilidades, me pregunto si los proyectos valen tanto esfuerzo. Siempre me topo con decisiones que no tienen una opción correcta, y que me hacen percatar de lo desesperado que es nuestra situación como seres humanos. Quiero ser de ayuda a la gente de alguna forma, pero no puedo abandonar mi propia felicidad. Hay muchas maneras de balancear los dos, pero siempre hay contradicciones y ocurrencias raras que bloquean el flujo natural de los eventos.

Los años pasan cada vez más rápidamente, y no puedo escapar del miedo de que me vaya a morir sin haber logrado absolutamente nada. No quiero caerme en la trampa del echaleganismo y creer que solo valgo lo que hago con mi vida, pero ha de haber ALGO que podría hacer y sentirme satisfecho sin que esté pensando en todas las demás opciones. lksfjlasjflajsfljaslfjaslkflka. No sé como concluir esta reflexión. Imagino que no me sentiré así para siempre, y que me despertaré con mucha motivación y deseo de seguir adelante en unos días, pero no cambia los hechos. La vida es una sopa gigantesca de confusión y estupidez.