¿Qué es la familia? La sangre que nos recorre es el destino o el paradero para alguien que está perdido. La película de la familia De La Mora nos muestra lo que la familia es: la boda escandalosa, la muerte injusta y la inocente perdida. Siempre empieza y termina con la familia.
La familia es la familia, se la quiere sin juzgar, o más bien se la juzga porque se la quiere. Bajo una mirada reveladora, la familia es lo que siempre ha sido: unida en su disfunción. Si no tuvieran dictámenes sería porque alguien esté muerte. Meterse en los asuntos de los demás es lo mismo que decir “te amo” para aquellos que temen por sus seres queridos. Por ejemplo, Paulina está preocupada por sus hijos Bruno y sus vicios se han convertidos en ladrones robando la cuna de un bebé que ya no está.
Por lo tanto, Paulina está mostrándole amor a su hijo en la única manera que conoce. Ya fuera posible, ¿podríamos querer sin juzgar? Primero, necesitamos definir querer. Amamos. Sentimos. Dolemos. La familia es toda y nada a la vez. Sin ella, te sientas expuesto y, a la vez, estas expuesto cuando estás con ella. “Te escucho, te entiendo, te quiero.” Las palabras decimos de nuestra propia manera, algunos con gritos, otros con besos y aún más con miradas perspicaces.
Al fin y al cabo, la historia siempre empieza y termina con la familia. Los De La Mora nos ha dejado cambiados, testigos fieles a su narrativa de que las apariencias mienten. La verdad nos juzga y juzgamos a la verdad porque es nuestra manera de decir lo que sentimos en nuestro idioma de amor: quejas, chismes y comentarios nos abrazan, nos quieren, y nos aman como si fueran nuestras familias.