#3
Hace unos meses enseñé una clase de inglés. Fue la primera vez en mi vida que había dirigido lecciones así de oficial, en los que tuve que encontrar con el mismo grupo de estudiantes en un horario fijo a lo largo de 12 semanas.
Desde que terminé con la clase, me he dado cuenta de que sigo escudriñando inglés desde la perspectiva de un estudiante. Me asombra lo extraño que es. A veces me entero de algún aspecto raro que anteriormente nunca había notado o considerado, y casi me pongo enojada en nombre de toda la gente que tiene que aprender este idioma tan ridículo.
Inglés de verdad es un crisol de muchísimos idiomas y culturas, y me gusta que sea tan diverso y profundo. Dicho esto, no puedo imaginar lo difícil que sea aprenderlo desde cero. Tengo muchísimo respeto para las personas que le echan ganas a descifrar mi lengua materna, porque si yo hubiera nacido como hablante de otro idioma, no querría para nada aprender inglés como idioma extranjero.
#4
Mi mejor amiga tiene un don para la jardinería. Puede hacer que cualquier planta crezca en cualquier ambiente.
En cambio, yo he tenido una experiencia completamente opuesta respecto a las plantas. Ella tiene un don, mientras que yo tengo una maldición. A pesar de todo mi esfuerzo, cada planta que he llevado a mi hogar se ha encontrado con una muerte precoz.
No sé exactamente porqúe suceda así. Quizás por una falta de memoria olvide hacer cosas básicas, o tal vez mi casa no provenga un ambiente agradable para las plantas.
De todos modos, cada vez que veo una planta que quiero, siempre compro dos: una para mí, y otra para ella para que pueda asegurarme que al menos una de los dos va a sobrevivir.