En el artículo “Ni exámen, ni deberes, ni libros de textos… Otro tipo de escuela es posible“ una madre informa de la experiencia escolar de su Hijo Bruno, que fue a una escuela privada hasta los octavo años de edad. La madre se dio cuenta de que su hijo estaba escribiendo buenas notas pero se puso cada vez más triste y deprimido. Entonces decidió enviar a su hijo a una escueal Waldorf. Su hijo se entusiasmó de inmediato y se sintió cómodo. No sólo visualmente, con sus aulas pintadas, la escuela Waldorf se diferencia de las demás, sino también de la relación entre los profesores y alumnos. Los profesores saludan uno por uno a cada alumno, no les gritan no les castigan. La relación entre ellos es muy fuerte ya que un profesor acompaña a su clase durante seis años y no son autoritarios, sino hay más bien una relación de amistad entre ellos. Mientras que la mochila de Bruno consistió en cuatros libros pesados, ahora tiene en su bolsa una flauta, juguetes de madera hecho a mano y ceras de colores. Asignaturas como arte o música tienen prioridad para fomentar la creatividad. Por esta razón, en particular, se desisten de móviles, televisiones y las redes sociales para mantener la imaginación de los alumnos. Las necesidades de los niños se consideran y, al mismo tiempo, se se fomenta la autonomía. La madre añade que Bruno es más feliz y que el principio de la escuela Waldorf es especialmente adecuado para crear personas solidarias, creativas, relajadas y seguras. Además en la escuela Waldorf se enseña a los niños a reseptar el medio ambiente, por lo que en el comedor solo se sirve comida ecológica.

La segunda experiencia educativa es de Gabriel García Márquez que visitó una escuela montessoriana. A sus profesores era importante estimular los cinco sentidos mediante ejercicios prácticos y enseñar a cantar. Gabriel tenía muchos problemas de leer pero gracias a su profesor que le enseñó los sonidos de las consonantes, él aprendió a leer. Para Gabriel, estudiar era algo tan maravilloso como jugar a estar vivo.

El último tipo escolar se explicita con el libro: “La lengua de la mariposas”. El libro trata de un maestro viejo y sabio, llamado Don Gregorio, que es republicano y que enseñó a sus alumnos con métodos educativos especiales que en aquel periodo era inusual. Los protagonistas se encuentran en Galicia en 1969, poco antes de que comenzara la Guerra Civil Española. En aquel entonces era habitutal que los alumnos fueran golpeados por los maestros si eschuchaban. Eran personas de autoridad y no se tuvieron en cuenta las necesidades de los niños. Don Gregorio en cambio no golpea a sus alumnos y resuelve los problemas con tranquilidad y silencio. Además organiza sus clases de forma práctica, llevando a los niños a la naturaleza y observando por ejemplo las mariposas. A los niños les gusta mucho y al mismo tiempo aprenden mucho en sus clases.

Me gusta mucho que los tres tipos de escuela estén orientados a las necesidades de los alumnos. No se recurre a la violencia ni se presiona a ellos. Me parece positivo que existan estas formas de educación, pero creo que no son adecuadas para todos los niños. Por ejemplo, soy una persona que sólo puede estudiar con presión. Si tuviera la libertad para decidir cándo estudiar, preferiría no aprender. Lo que me gusta de las tres formas de escuela es que enseñan de forma muy práctica, en contrario que las escuelas “normales”. Los niños son criados por la autonomía. Se enfrentan a la artesanía y la naturaleza para que sepan cómo construir y plantar algo. Esto, por ejemplo, me faltaba en mi escuela. Mi escuela estaba orientada a escribir buenas notas. Las clases fueron muy monótonas y frontales. También se castigaba a los niños que no escuchaban, obligándolos a salir a la puerta o escribir un texto. La desventaja que veo es que es posible que no puedan vivir bajo presión más adelante en la vida profesional ya que simplemente no están acostumbrados. Posteriomente los niños pueden tener dificultades para adaptarse ya que durante su escolaridad se trataba únicamente de sus propias necesidades. En resumen me gustan los métodos de enseñanza de las tres formas de escuela, pero sin embargo todos los profesores deben ser consecuentes.