A menudo, tengo la oportunidad de quedar, charlar y generalmente pasar tiempo con personas de todo el mundo. En un grupo que cada persona tiene una lengua materna diferente, parece lógico que el idioma es una barrera, pero en realidad mi experiencia indica el opuesto. En primer lugar, es verdad que hablar en tu lengua nativa - en la mayoría de los casos - te permite expresar tu mismo de la manera más sincera y profunda. Hablar en otro idioma, es quizá un poco más... incomodo. Sin embargo, esta incomodidad mutual ya es un elemento que funciona como un puente entre las personas; ver la otra persona encontrar las mismas dificultades como nosotros instintivamente desata nuestro mecanismo de empatía. Otro fenómeno que me emociona mucho, es que frecuentemente, en estas ocasiones la gente trata de practicar un tipo de intercambio de idiomas, por supuesto en un nivel básico. Es como intentar de entender la otra persona a través de su idioma incluso con unas pocas palabras (o palabrotas); quizá una gestión de buena voluntad. Al revés, cuando alguien escucha a la voz de un extranjero que trata de imitar su pronunciación y hablar en su lengua materna, también aprende muchas cosas sobre él. Me di cuenta que esto casi siempre hace los nativos sonreír y brillar de felicidad. Personalmente, me parece que cuando escucho a un extranjero hablar en griego, de pronto puedo entender como suena en realidad su voz, y este momento es imprescindible. En conclusión, estas diferencias y dificultades en el habla, quizá son en sí mismas una de las principales razones por las que la gente se conecta de una manera tan divertida con personas que no hablan su lengua natal. Quizá estas diferencias en realidad funcionan como un motivo para la gente, para tratar de abrirse y entender a los demás. Sin duda, es una excelente oportunidad para conocer nuevas culturas, hacer nuevos amigos y divertirse mucho.
Me gustó mucho tu reflexión :) escribes muy bien español
¡Una vez más una entrada tan interesante como bien escrito!
Como siempre, un texto magnífico.
¡Me alegro de que os guste, chicos!