Muchas veces, cuando la sociedad se enfrenta a un problema grave, escucho la frase: ¿y qué hacen los intelectuales sobre esto?, ¿qué hacen los filósofos? Pero en realidad ¿cuáles son las responsabilidades de los intelectuales?, de los más sabios de la sociedad. Como nos dice Plato, es verdad que existe esta paradoja: muchas veces las personas mas adecuadas por un trabajo son prácticamente inútiles. Sin embargo, esto no es culpa suya. Los responsables por esto son las personas que los necesitan, pero no les piden que los ayudan. Como un enfermo solicita la ayuda de un doctor y una tripulación en el medio de una tormenta pide la dirección de un capitán, la sociedad tiene que solicitar la sabiduría de los intelectuales para encaminarla. El doctor no buscará sus pacientes para rogarles que le dejen curarlos y un capitán no rogará que su tripulación le descarga con la responsabilidad de salvarla de la tormenta. En el mismo sentido, un filosofo no solicitará la atención de la sociedad para asistirla superar las dificultades que enfrenta. En contrario, es la sociedad que tiene que entregar y utilizar las personas más adecuadas que pueden ayudarla, especialmente las pocas veces que estas personas se ofrecen a hacer este trabajo desagradable.