El Medio Ambiente es nuestro hábitat natural y con la naturaleza tenemos una relación de coexistencia que se ha mantenido durante cientos de miles de años como especie. De hecho, la llamamos Madre Naturaleza, aunque todos conocemos la fuerza destructiva de fenómenos como los tsunamis, los huracanes, terremotos... que es capaz de generar.

¿Por qué nadie lo llama nunca Madre Tecnología? Sin embargo, estamos completamente inmersos en ella, de la misma manera que la naturaleza. De hecho, podemos decir que nuestro territorio ha cambiado profundamente, tanto para bien como para mal, por el uso de la tecnología.

La razón hay que buscarla en que la tecnología se ocupa de las intervenciones y transformaciones que el hombre hace al medio ambiente para satisfacer sus necesidades. Por lo tanto, las acciones tecnológicas, operan una adición a lo que es la realidad natural, superponiéndose a otra realidad que es en cambio artificial (física o digital).

Esta idea nos ayuda a entender mejor un concepto clave final: la planificación, así como el sentido de responsabilidad hacia las transformaciones impuestas por el hombre y sufridas por el medio ambiente, las cuales deben estimular el deseo y la capacidad de pensar en el futuro. Al situar la tecnología en esta nueva perspectiva, será posible reconocer las estrategias para promover y favorecen el concepto de desarrollo sostenible y las técnicas más adecuadas para llevar a cabo de estas intervenciones mediante un uso consciente de los recursos naturales.