Recientemente me di cuenta de que las series para niños pueden estar muy bien hechos. Empecé a ver una serie que se llama Príncipe de los dragones – porque quería usarla para practicar mis habilidades auditivas – sin subtítulos en español. Podía entenderla muy bien – y creo que voy a ver una serie para niños de vez en cuando como una forma de estudio extensivo. Lo que no esperaba es que me gustaba la serie muchísima. Estaba totalmente enganchado. Aunque el lenguaje es sencillo y no hay demasiado violencia o sexo, la serie se trate de temas muy serias y poderosos. Los personajes tenían que tomar decisiones que nadie debe tener que tomar a sus edades.

Sobre todo, lo que me gusta más es que incluso en los momentos más oscuros, los personajes ni el espectador nunca pierden esperanza. Parece que la mayoría de las series hoy en día son demasiado cínicas sobre la naturaleza humana. Me gustaba ver un mundo en que hay más colores que muchos matices de gris.

Los personajes que hacen cosas malas y parecen como los villanos no simplemente hacen cosas de su propio interés. No quiero dar spoilers, así que voy a describir un ejemplo en una forma abstracta. Uno de los personajes que al principio se porta mal solo lo hace para complacer su padre. Eventualmente, hace lo correcto y decide a enfrentar a su padre sobre el tema. Todo el tiempo, yo me sentía el dolor y sufrimiento emocional de este personaje y cuando hizo lo correcto, me conmovió muchísimo.

Ya he terminado todas las temporadas disponibles. Les recomiendo la serie si quieren ver algo de fantasía que no es tan oscura.