Mañana es el cumpleaños de mi hermano. Desde siempre, hemos tenido una buena relación. Cuando éramos niños, jugábamos siempre juntos. A veces nos preguntan si somos gemelos, porque éramos tan similares el uno al otro.

Me recuerdo que, cuando no quería decir algunas cosas a mis padres, me ayudaba a decirlo. Cuando él no sabía cómo hacer sus deberes, lo ayudaba. También cuando tenía cosas de corazón, era la primera persona con quien quería hablar. Cuando crecimos, por supuesto, nuestros socios ya tomaron este papel, el vínculo entre nosotros permanece. Una cosa especial es como peleamos. Aunque peleamos a veces, nunca lastimó nuestra relación. Sé que pase lo que pase, siempre puedo confiar en él y nunca me juzgará. Y yo haría lo mismo para él. Estoy muy agradecida por eso.