Un día, la cocinera entro en la cocina para hacer pan dé jengibre. Tomo un poco de harina y agua, melaza y jengibre, mezclo todo juntos. Después ponía más agua para hacerlo fina y más harina para hacerlo gorda. Ponía un poco sal y pimienta y seguidamente lo enrolló en una masa hermosa, suave, de color amarillo oscura. Luego tomó las bizcocheras cuadradas y cortó algunos pasteles cuadrados para los niños y con las bizcocheras redondo corto algunos pasteles redondos para las niñas. Luego dijo: “voy a hacer un pequeño hombrecito de jengibre para Bobby”. Hace un rato el hombrecito de jengibre estaba listo para hornear y era un hombrecito muy contento. De hecho, parecía tan malicioso que la cocinera tenía miedo que él estaba trazando algo Y cuando la masa estuvo preparado para el horno, ella puso en las tortas cuadradas y puso en las tortas redondas. Entonces puso en el hombrecito de jengibre en una esquina lejana, donde él no podía escapar de prisa. Entonces ella subió a barrer el salón y barrió hasta que el reloj dio las doce. ¡Olvidó los pasteles! Abrió el horno y vio que todos los pasteles y el hombrecito de jengibre estaban listas. De repente el hombrecito estaba de pie en su esquina y empezó a correr.

25-11-2021