Tenemos un perro desde casi dos años. Lo adoptamos justo antes del inicio de la pandemia en enero de 2020. Es un carlino y se llama Milo. Antes de tomar una decisión sobre que variedad de perro escoger hemos leído un montón de artículos en línea. Escogimos esta variedad de perro principalmente debido al tamaño pequeño, al pelo corto y al hecho de que no necesita mucho ejercicio. Con toda la preparación , Milo resultó ser toda una sorpresa.
Para empezar, nos sorprendió mucho lo inteligente que es. Aprendió muy rápido a ir al baño afuera y nunca tiene accidentes en casa. Reconoce muchas palabras y le encanta siempre aprender nuevos trucos. Sin embargo, a veces puede ser bastante testarudo y si no tiene ganas no nos hace caso. Además, sacarlo a pasear no es nada fácil. Al salir afuera se emociona demasiado y constantemente tira de la correa. Sin duda necesita más entrenamiento.
Por otra parte, no es tan tranquilo como esperábamos. De hecho, diría que es un perro bastante hiperactivo. Le encanta correr y es súper veloz. A veces se vuelve completamente loco y corre en círculos por toda la casa. Ahora sabemos que esto se llama "zoomies" y es un comportamiento común entre los pugs.
Por último, Milo no es tan pequeño. Pesa 32 libras y mucha gente nos dice que es el pug más grande que han visto nunca. Gracias a esto puede subir o saltar sobre todos los muebles sin problemas. Lo bueno es que puede aguantar largas caminatas sin ser cargado por nosotros.
En suma, adoptar un perro es una aventura y no todo es fácil pero vale la pena. Nadie está tan feliz de verme cada mañana como mi perro. Sin duda no esperábamos la cantidad de alegría que nos iba a traer cada día.