Toda mi vida, creo que yo no hacía ejercicio porque era perezosa. Y creo que yo no podía tener una dieta sana porque yo tenía un diente dulce. Pero no es la verdad.

Este año pasado, yo empezaba a cambiar mi vida en muy pequeñas formas. Yo reconocía que yo no necesitaba cambiar en todas maneras para ver resultados.

Yo simplemente empezaba con una pequeña cosa. Primero, yo hacía ejercicio tres o cuatro veces a la semana. No necesitaba pasar horas haciendo ejercicio. Cada vez, mi meta era hacer ejercicio durante 30 minutos, mas o menos. Si no podía, mi meta era hacer ejercicio durante 10 minutos y podía ser cualquier ejercicio. La idea no era hacer el ejercicio mas duro. La idea era mover mi cuerpo mas. ¡Y funcionó! Yo hacía ejercicio consistente este año.

Segundo, yo trataba comer más verduras y proteína este año. Cada comida, yo prestaba atención si había verduras, frutas, y proteína y trataba incluirlas. También, yo escuchaba a mi cuerpo y trataba comprender si tenía hambre o simplemente aburrido.

Ahora, me siento la mejor de mi vida. Amo la consistencia y es asombroso para mi salud mental. ¡Espero que yo continúe con estos hábitos!