¡Hola otra vez lectores míos!
Hoy os presentaré un nuevo edificio histórico rumano que se suma a este conjunto de historias de hermosas e interesantes construcciones de Rumanía. ¡Vamos a comenzar!
Esta vez viajamos en el sur del país, hacia la gran capital de Rumanía. Obviamente estoy hablando de la ya conocida ciudad de Bucarest. Allí, se hallan un número impresionante de edificios, unos más interesante que otros. El texto de hoy se trata de la residencia oficial del presidente de Rumanía, el Palacio de Cotroceni.
Empezamos contando un poco sobre su historia. El área de la colina de Cotroceni, donde se encuentra el palacio hoy, llegó a ser importante en el año 1679, gracias a los esfuerzos del príncipe Șerban Cantacuzino. Él ordenó la construcción de un monasterio en esa colina. La obra del monasterio fue terminada en 1682.
El destino de la colina Cotroceni siguió cambiando cuando, en 1862, el príncipe Alexandru Ioan Cuza, decidió convertir el monasterio en residencia estival. Más tarde, el primer rey del país, rey Carlos I de Rumanía, recibió en 1883 a las antiguas casas señoriales de Cotroceni y tomó la decisión de construir en el lugar del monasterio un palacio que iba a servir como residencia en Bucarest a los herederos de la Corona. La construcción duró de 1888 hasta 1896.
Durante el reinado del rey Ferdinand I y su esposa, la reina María, otras mejoras fueron hechas al palacio. Por ejemplo, una sala de gimnasio y una sala de estar fueron construidas y en octubre de 1915, se añadió una calefacción central.
Durante los inicios del comunismo en Rumanía hubo mucha discusión sobre las funciones que el palacio iba a desempeñar. En 1949, el nombre del palacio fue cambiado en “El Palacio de los Pioneros”. Con este cambio, el palacio llegó a servir durante los 43 años del comunismo a los propósitos de numerosos miembros del Partido Comunista Rumano.
En 1977 el palacio sufrió daños catastróficos por un gran terremoto que afectó el centro de la ciudad. Ulteriormente, unas grandes labores de restauración fueron emprendidas por el arquitecto Nicolae Vlădescu para restaurarlo.
Después de la revolución rumana de 1989, el palacio pasó a ser la residencia oficial del presidente y fue usado a veces por unos presidentes con ocasión de su cumpleaños y días del nombre.
Desde 1991, la parte antigua del edificio histórico se abrió al público, convirtiéndose en el Museo Cotroceni. El resto del palacio presidencial se abre al público durante las jornadas de puertas abiertas.
Sin duda, el palacio de Cotroceni es una gran atracción turística en Bucarest que merece, por lo menos, una visita completa.
Muchas gracias por leer. ¡Que tengáis un buen día!
Muchas gracias otra vez por toda la ayuda. En cuanto de mis errores, hablando rumano como legua materna, a veces tengo momentos en que algunas palabras que quiero usar parecen correctas, porque suenan muy parecidas a las palabras españolas, pero esto no es el caso. Es decir, hay muchos “false friends” (como se dice en inglés) entre el rumano y el español, porque los dos idiomas tienen muchas similitudes. Por eso, mi manera de escribir puede ser un poco rara. Es claro que todavía tengo que practicar :))).